Si hace algunos años emprender
era una actividad no muy bien valorada o se podía entender como un sinónimo de
estar desempleado, hoy se relaciona mucho más con el éxito económico y la
libertad laboral. Además, los emprendedores están siendo reconocidos por la
resiliencia que han tenido durante la pandemia al adaptar sus negocios y buscar
alternativas para continuar obteniendo ingresos, así como por su rol
fundamental en la reactivación económica de América Latina.
Conocido como el epicentro del
emprendimiento en la región, México es un claro ejemplo de la intención que
tienen sus habitantes para crear nuevos negocios. Según un estudio sobre
emprendimiento en tiempos de pandemia realizado a finales de 2020 por la
multinacional de investigación de mercados y consultoría Ipsos, el país se
ubica como el quinto con mayor espíritu emprendedor en el mundo con un 53%.
Además, un 62% de los mexicanos dijo que es probable iniciar un nuevo negocio
en los próximos dos años.
Pero el espíritu emprendedor
por sí solo no basta. Y es que uno de los consejos más comunes que suelen dar
los emprendedores exitosos tiene que ver con la curiosidad, las ganas de
aprender, la adquisición de conocimiento y el hambre intelectual; en otras
palabras, tiene que ver con la educación.
Gracias a la economía digital y los recursos que ofrece Internet, hoy en
día cualquier persona o profesional puede identificar una idea de negocio y
ejecutarla. Sin embargo, la educación superior está poniendo sus esfuerzos cada
vez más en darles herramientas a quienes inician su trayectoria laboral y
quieren emprender o a los profesionales que buscan complementar sus
conocimientos para convertirse en emprendedores.
Para Antonio Naranjo, director general de la Universidad
Latinoamericana (ULA), no es una sola carrera la que se debe
estudiar o recomendar. Y así lo explica: “El
emprendimiento es una competencia transversal que las instituciones de
educación superior debemos promover en todas las áreas. Debemos enfocar esfuerzos
al desarrollo de programas académicos congruentes con el mercado laboral;
fomentar competencias transversales y de emprendimiento durante la formación
académica”.
Más allá del emprendimiento como un elemento transversal en las aulas de
clase, las carreras de administración y gestión de empresas, finanzas,
contabilidad, mercadotecnia, comunicación y economía están en primer orden a la
hora de desarrollar habilidades y conocimientos para emprender un negocio. Por
otro lado, las carreras enfocadas en informática, como las licenciaturas de
ingeniería en sistemas o ciencias de la computación, también son una buena
opción para gestionar los recursos computacionales fundamentales para el
desarrollo de empresas como lenguajes de programación, redes de cómputo,
sistemas de bases de datos y administración de proyectos.
Ahora bien, para los profesionales que quieren desarrollar sus propios
negocios las carreras relacionadas con marketing y comunicación, ventas,
negocios internacionales y diseño gráfico, así como las de sistemas y
computación, también pueden funcionar para complementar sus conocimientos y
lanzarse a emprender.
Aunque hoy en día existen
plataformas online de aprendizaje que cuentan entre su oferta con cursos
relacionados al emprendimiento, así como academias virtuales especializadas en
temáticas específicas, las universidades también se están proyectando como
espacios ideales para la generación de ideas que se pueden convertir en
negocios exitosos.
“Las
universidades se han convertido en semilleros de emprendimiento y
descubrimiento, y en un entorno para impulsar la innovación. En ese sentido,
fomentar las actividades o proyectos de emprendimiento ayuda a crear redes de
colaboración y vinculación con la industria, permitiendo incorporar experiencias
dinámicas durante la preparación de los futuros profesionales”, agrega el CEO de
la Universidad Latinoamericana (ULA).
Es así que las instituciones de
educación superior no solo permiten estudiar carreras para crear nuevos negocios,
sino que también pueden propiciar entornos para que los profesionales se
conviertan en emprendedores más y mejor preparados.